Con motivo de la celebración de los 15 años de gestión de la Ferrería de Cades por parte del Grupo de Acción Local Saja Nansa, entrevistamos a sus responsables: Rebeca Tuero y Mariana Gámez
Mariana Gámez es licenciada en Historia, Máster en Patrimonio Histórico y Guía Oficial de Cantabria y Rebeca Tuero realizó un grado en Magisterio en Primaria, siendo además monitora y directora de tiempo libre. Ambas ocupan la posición de técnico en Dinamización Patrimonial del Grupo de Acción Local Saja Nansa y son el alma de la Ferrería. Ellas se encargan tanto de las visitas guiadas a este conjunto patrimonial, como de su mantenimiento y promoción. Asimismo, son las creadoras de los talleres de Ocio Educativo con los que la Ferrería complementan su actividad.
La Ferrería cumple 15 años desde que el Grupo de Acción Local Saja Nansa apostó por abrirla de forma permanente, pero ¿cuál es la historia de este recurso?
Este mes de julio se cumplen 15 años desde la apertura oficial de la ferrería. Pero en realidad, la Ferrería fue cedida al Grupo en el año 2000, a través de un convenio con la familia propietaria, el Ayuntamiento de Herrerías y la Asociación de Amigos de la Ferrería de Cades. En sus inicios, estos dos últimos promovieron la recuperación de este ingenio y a partir de aquel momento se empezó a trabajar en su rehabilitación integral. En aquel entonces el edificio estaba en mal estado, aunque se habían hecho algunas intervenciones previas. Asimismo, se empieza el trabajo de reproducción de su maquinaria, de la que apenas quedaban restos.
A partir del año 2007 se inicia una apuesta más ambiciosa para su puesta en valor, se trabaja en su ámbito museográfico, y se replantea la gestión en relación con el visitante apostando por ofrecer un servicio de visitas y actividades a lo largo de todo el año.
En base a lo anterior, se crea el equipo de Dinamización Patrimonial del Grupo de Acción Local Saja Nansa. Este equipo será el encargado de realizar las visitas guiadas y las demostraciones de funcionamiento de la Ferrería y, además ,van a ser los monitores responsables de las actividades y talleres dirigidos a la comunidad escolar, desde infantil a secundaria.
En una fase final, y ya con las visitas y talleres activos durante todo el año, se llevarán a cabo las obras de acondicionamiento interior de la Ferrería, se rehabilitará el molino anexo y los exteriores de todo el conjunto. Esto posibilitará que, desde el año 2009, se incorpore a la visita de la ferrería el acceso al molino harinero.
En la actualidad seguimos abiertos al público durante todo el año, con distintos horarios según la época, y ofreciendo talleres a los centros educativos durante el curso escolar.
¿Qué aporta al conjunto de la comarca Saja Nansa un recurso como este? ¿por qué es tan especial? ¿Hay algo igual en España, en Europa?
Cuando se empezó este proyecto de puesta en valor de la Ferrería y su entorno, se tenía claro la gran importancia patrimonial del conjunto y la singularidad del mismo. Bien es cierto que en Cantabria hay dos ferrerías restauradas, pero esta es la única que se puede visitar y que se ve en funcionamiento. En el ámbito nacional hay otras, pero lo que nos diferencia de ellas es que nuestro número de puestas en marcha anuales es muy superior. Eso es lo que nosotros consideramos que la hace tan especial, no solo contamos cuál es su historia o como se trabajaba allí en los siglos XVIII y XIX , sino que vamos más allá: nuestros visitantes ven en directo las máquinas de ambos ingenios funcionando, perciben los olores, sienten los sonidos… es una experiencia sensorial única. Además estamos trabajando en la trasmisión de un patrimonio inmaterial, como es el oficio ya desaparecido de arozas y ferrones, y también de los molineros. Al final, todos ellos son los verdaderos protagonistas de esta visita.
Desde que estáis al frente ¿cuántas personas han pasado por la Ferrería y qué es lo que se llevan? ¿Qué perfiles os visitan y qué es lo que más valoran?
Desde el año 2007 han pasado por la Ferrería y el Molino cerca de 114.000 visitantes, de los cuales algo más de 20.000 han sido escolares.
El perfil de nuestros visitantes es muy amplio: estudiantes, público familiar, asociaciones, centros educativos.. Sobre todo recibimos público nacional que se concentra en los periodos vacacionales.
Lo que más valoran nuestros visitantes es vivir esa doble experiencia que proporciona la visita: la puesta en funcionamiento de las máquinas, que da una visión técnica de oficios ya en desuso, y por otro lado, la parte que les contextualiza con lo que suponía vivir como un ferrones o molineros, poniéndose en la piel de éstos.
Además, el entorno privilegiado de la ferrería y el Molino ofrece a nuestros visitantes la oportunidad de disfrutar de un mágico bosque de ribera en cualquier época del año.
¿Qué otras actividades se desarrollan desde la Ferrería aparte de las visitas y por qué?
Aparte de las visitas guiadas para el público en general ofrecemos productos de Ocio Educativo para escolares en los que mostramos, de una manera lúdica y participativa, una parte del patrimonio más relevante de nuestra comarca. Tenemos talleres de dinamización ambiental asociados al bosque de ribera anexo a la ferrería y que complementan su visita. Por otro lado, también realizamos talleres de medievo en San Vicente de la Barquera y otros de prehistoria que desarrollamos en Cades en relación a la Cueva de Chufín, así como el Itinerario Ingenios del Agua, para conocer ingenios hidráulicos de épocas distintas en los valles Saja y Nansa.
A lo largo de los años hemos organizamos además actividades especiales, en fechas conmemorativas como es el caso del Día de los Museos, o con el fin de promocionar la ferrería, hemos llevado a cabo diferentes jornadas de puertas abiertas para profesionales del Turismo, Hostelería y Educación. Además hemos participado en varias Jornadas Europeas de Patrimonio, y muy recientemente en la V Jornada de Turismo y Patrimonio Industrial de Segovia.
¿Qué retos quedan por delante? ¿cuáles son los planes de futuro de La Ferrería?
El principal reto es seguir dando a conocer este espectacular patrimonio cultural que gestionamos y continuar haciéndolo con el cariño e ilusión que siempre hemos puesto en nuestro trabajo. Nuestro reto es que cada vez sea más conocido y reconocido, tanto dentro como fuera de nuestra comarca. Por eso, con el 15 aniversario arrancamos un año de conmemoración para el que se está diseñando un plan de actuaciones que pondrán en valor lo que la Ferrería significa a regional e incluso nacional y europeo.