Los ayuntamientos de Comillas y San Vicente de la Barquera, junto con otros dos municipios cántabros: Los Corrales de Buelna, Marina de Cudeyo y el municipio leonés de Villablino, agrupados en una red de “Municipios Rurales Inteligentes”, han sido seleccionados como uno de los seis casos de estudio del proyecto piloto europeo ‘Smart Eco-social Villages’.
La importancia de esta participación cántabra reside en que con este proyecto piloto se pretende dar forma a las políticas europeas de desarrollo rural inteligente de los próximos años, y concretamente, definir las hojas de ruta para convertir los municipios rurales europeos en ‘territorios inteligentes’.
Los cinco ayuntamientos comparten un mismo modelo de transición hacia los llamados Territorios Rurales Inteligentes, promovido por Zwit Project S.L. y basado en la generación de redes de comunicaciones municipales/comarcales abiertas y multifuncionales. Se trata de Redes Inteligentes de Gestión, que permitan conectar los sensores ya necesarios para la gestión eficiente de las infraestructuras municipales (energía, alumbrado, agua, residuos, movilidad, etc.) y aprovecharlos para ofrecer nuevos servicios a los ciudadanos (zonas wifi de libre acceso a internet, video asistencia sociosanitaria a mayores, soluciones de promoción del turismo y el comercio local, etc.)
De este modo, por ejemplo, el sistema de telegestión preciso para la optimización del servicio de alumbrado puede funcionar a la vez como una gran red que interconecta la totalidad del territorio. Ello permite no solo la telegestión de la “luz” sino también la de cualquier otro servicio municipal.
Así se consigue un modelo en el que la conectividad depende del propio Ayuntamiento y no de empresas externas, por lo que resulta muy sostenible ya que el mantenimiento del sistema es asumible por el presupuesto de cualquier municipio, independientemente del tamaño que tenga.
La implementación de las Redes Inteligentes de Gestión permite abordar lo que desde Zwit Project denominan ‘ecosistemas innovadores’ propicios para la puesta en marcha de proyectos motor ligados a necesidades y/o recursos del territorio, que incentiven el emprendimiento, generen empleo y fijen población.
En definitiva, la elección de estos Ayuntamientos no es fruto del azar o de la casualidad sino que es consecuencia de la apuesta público-privada por generar un ecosistema tecnológico al alcance de todos. Los cuatro municipios valoran como un espaldarazo a su gestión, que desde la Comisión Europea se les vaya a tomar como ejemplo para el desarrollo de este proyecto piloto que servirá para marcar la agenda municipal de los próximos años en España y en Europa.
El resultado de estas acciones se concretará en la redacción de una Memoria y la exposición de las conclusiones en Bruselas a comienzos del año próximo, con el compromiso explícito de presentación de los proyectos municipales ante organismos y entidades europeas de cara a su financiación.