Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, que tiene lugar el 5 de junio, la Asociación de Desarrollo Rural Saja Nansa quiere trasladar algunas reflexiones sobre la importancia que la preservación del entorno tiene para la comarca. Dicha reflexión permite, además, conocer un poco mejor el trabajo que el equipo al frente de la Asociación lleva a cabo desde su creación, en 1992. Para adentrarnos en estas cuestiones, Secundino Caso, el Presidente del Grupo de Acción Local, responde a algunas preguntas sobre su pasado, presente y futuro.
Antes que nada, ¿cómo definirías la misión y visión de la Asociación desde sus orígenes hasta ahora?
Son 30 años de historia, a lo largo de los cuales la Asociación ha venido a democratizar la vida interna de la comarca. Y lo ha hecho gracias a la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones que tenían que ver con los apoyos financieros que se invertían en ella. Creo que nuestra entidad ha respaldado los grandes hitos y conquistas que se han hecho durante este tiempo, estando presente en los grandes debates sobre las líneas de subvención por las que había que apostar. Entre ellos destacan proyectos muy potentes que han impulsado, por ejemplo, el turismo rural en la comarca.
Ha sido un largo camino en el que todos hemos tenido que aprender, pero que ha valido y vale la pena. Cabe recordar que aplicar las políticas Leader conlleva hacer un Plan Estratégico cada 7 años, consensuarle con el territorio y luego determinar las líneas de acción. Este no es un trabajo sencillo, pero es un reto que precisamente pone de manifiesto esa capacidad de implicar a entidades públicas y privadas en un compromiso común. Además, Saja Nansa no es una comarca natural y ha ido incrementando su territorio, lo que supone añade un ejercicio de integración importante.
En el futuro inmediato creo que se nos abre aún más el abanico de oportunidades. Todos los expertos hacen hincapié en que hay que reivindicar el peso de la sociedad civil en la toma de decisiones, sobre todo las futuras líneas de ayuda al mundo rural. Creo que el Grupo de Acción Local ahí parte con una clarísima ventaja de 30 años trabajando con ese colectivo y que el nuevo Programa Leader y el Plan de Sostenibilidad Turística permitirán consolidar aún más toda esta filosofía de trabajo.
Ahora mismo estamos en un contexto convulso, tras la pandemia, la crisis global y viendo como estalla una guerra muy cerca de nuestras fronteras. Nos damos cuenta que el paradigma de la globalización está cambiando. Vemos que es importante poder trabajar en lo local, siendo capaces de dinamizar nuestro territorio, acompañar a los empresarios locales, incentivando el consumo de Km.0, promocionando la cercanía y sentando las bases de un territorio amigable con los que residen y lo visitan. Creo que el Grupo tiene que estar abierto a todos esos retos y ser capaz de no dejar a nadie atrás, a ninguna parte del territorio, aunque vayan a diferentes ritmos. Y ahí reside la dificultad, pero también la oportunidad para todos nosotros.
Como Presidente de la Asociación de Desarrollo Rural Saja Nansa, desde tu punto de vista ¿qué importancia tiene el medio ambiente en el desarrollo de una comarca?
El medio condiciona absolutamente el desarrollo de un territorio y, en nuestro caso, lo hace para bien. Si Saja Nansa se caracteriza por algo es por su entorno, por su ecosistema, por esas reservas naturales, por esos lugares emblemáticos de nuestro entorno natural. Además, muchos de estos espacios se transformaron en escenarios de oportunidad precisamente al ser declarados reserva natural, porque dicha categorización venía acompañada, en buena medida, por financiación para poder desarrollarlos. Hoy en día vemos, después de 30 años, cómo además son motor económico de nuestro territorio.
En la actualidad, tanto los habitantes de la comarca como los que nos visitan son conscientes de la excepcionalidad de nuestro paisaje y de la importancia de preservarlo para las futuras generaciones. Además, ahora ya hay muchas personas que viven de ese paisaje porque es algo único, que se ha puesto en valor. Son muchos los que vienen a visitarlo atraídos por la posibilidad de disfrutar de esos parques, bosques y playas, porque son únicos. En definitiva, la naturaleza se ha convertido en el principal reclamo turístico y es un motor importantísimo de la economía. Así que la conservación del patrimonio natural no sólo es necesaria, sino rentable. Por eso tenemos que seguir incidiendo, no sólo en preservar, sino en procurar un desarrollo sostenible en torno a estos espacios.
Saja Nansa es una comarca que ha ido creciendo geográficamente y sumando recursos naturales a su territorio. ¿Cómo ha contribuido la Asociación a su preservación y conocimiento a lo largo de los años?
Como decía antes, la conservación de nuestro medio natural siempre ha sido fundamental para nosotros. De hecho, nuestros planes estratégicos lo recogían claramente porque la sociedad civil manifestaba su voluntad de que así fuese. Pero es que, además, ahora, es una palanca de atracción para un turismo sostenible, que es una de nuestras prioridades, sin ninguna duda.
Creo que la apuesta más importante que hemos hecho colectivamente, que nos diferencia absolutamente respecto al resto de España, es la manera en que los Grupos de Acción Local de Cantabria participan de esa conservación. Aquí se da un fenómeno, liderado por la Red Cántabra de Desarrollo Rural y, especialmente, por Saja Nansa, que aborda la gestión del uso público de los espacios naturales a través del proyecto Naturea, la Red de Naturaleza. A través de esta figura, cada comarca plantea el consumo de sus recursos naturales desde el propio territorio. Eso es lo que permite que parques como el del Saja Besaya o el de Oyambre cuenten con personal cualificado para velar por su estado y para mostrarlo adecuadamente a sus visitantes.
Cabe recordar que son más de 100.000 visitantes los que se registran en estos espacios naturales, ubicados en los territorios de los cinco Grupos de Acción Local. La mayoría de ellos acuden al Saja Nansa y, por eso, en los últimos años todo ha ido encaminado a potenciar este patrimonio. Hemos hecho numerosas actuaciones concretas en diversos municipios, como la creación de miradores y rutas, la señalización de caminos…e incluso proyectos que no eran específicamente de naturaleza, pero que ponían de relieve su riqueza. Este último es el caso del Geotur Saja Nansa, cuyos tesoros estaban escondidos en rincones emblemáticos de la comarca para que la gente que venía a visitarnos se aproximase a esos lugares únicos. Gracias a ese tipo de propuestas los visitantes podían escalar una vía ferrata o descubrir una torre, adentrarse en un castillo o pasear entre un bosque de secuoyas, único en el territorio nacional. Todo estaba encaminado a sensibilizar a la gente respecto a la singularidad del territorio en que vivimos y a la necesidad de cuidarlo. Y esta sensibilización pretendíamos que se extendiese a todas las capas de la sociedad, incluyendo a jóvenes y niños. Cada vez este discurso tiene más calado y es más evidente a ojos de cualquiera, pero para nosotros sigue siendo una piedra angular por la que luchar, más aún cuando los miembros de nuestra Asociación siguen manifestándolo. Para ellos y para nosotros, la conservación del entorno es el gran reto del futuro, no solo en el plano medioambiental sino también económico.
Más del 40% del territorio Saja Nansa está integrado dentro de unos Espacios Naturales Protegidos muy diversos. ¿Qué importancia tiene esta riqueza a nivel turístico?
La importancia a nivel turístico es absoluta. Hay muy pocos lugares de nuestra geografía que se habrían dinamizado turísticamente si no fuera porque estamos en un lugar con una biodiversidad única. Ese 40% de espacios protegidos nos convierten en un destino sin igual y los visitantes viene buscando esos espacios. Y, además, podemos presumir de la biodiversidad dentro de la biodiversidad porque creo que somos la única comarca de Cantabria que podemos presumir de ofrecer el más amplio abanico de posibilidades desde el interior a la cosa. Nuestra comarca alberga desde el paisaje de costa hasta el de montaña y alta montaña. En Saja Nansa tenemos un Parque Natural de Oyambre con unas magníficas playas y toda esa tradición marinera, esa vida social y cultural pesquera. Y, por otro lado, albergamos todo lo que supone el patrimonio natural y cultural de la vida campesina de alta montaña. Y en todos los casos, el visitante se encuentra con lugares muy especiales, donde las personas viven en armonía con el entorno.
En ese sentido, ¿qué tipo de modelo turístico quiere impulsar la Asociación para la comarca y cómo se plantea hacerlo?
El Plan de Sostenibilidad Turística que nos han validado desde el Ministerio de Turismo representa ahora mismo una gran oportunidad, es el proyecto que estábamos esperando durante muchos años. Creo que, si hablamos en las últimas décadas de un motor económico en la comarca, lógicamente el turismo lo es, sin ninguna duda.
Este sector ha contribuido a la rehabilitación de muchísimo patrimonio y a acelerar economía y riqueza en el territorio. Pero también es cierto que ha crecido de una manera desigual y que no es lo mismo en zonas donde el modelo está empezando a masificarse, que en otros sitios prácticamente ni existe. Por eso el Plan de Sostenibilidad Turística nos permite ajustar velocidades para que la comarca en su conjunto salga ganando. En las zonas altas de montaña, donde el turismo todavía no tiene la suficiente entidad como en otros lugares, el Plan y sus actuaciones suponen una posibilidad de equilibrar la balanza potenciando un turismo más sostenible y distribuido por todo el territorio.
Otro de los retos que se plantean en el Plan es el de hacer de la comarca un destino amigable para las auto caravanas, que en algunos lugares de costa se encuentran con una saturación de demanda, pero que si somos capaces de derivarla hacia zonas menos masificadas puede redistribuir los flujos de manera más sostenible. Eso será posible creando zonas de aparcamiento y ocio, así como servicios adecuados y, en consecuencia, supondrá un motor de la economía de esos lugares.
En definitiva, creo que el Plan nos da alas para crear y promocionar un destino reconocido en el mundo, haciendo de la naturaleza el epicentro de nuestro atractivo. Este reto nos da la posibilidad de trabajar con un sector empresarial, el turístico, que está cada vez más presente y adquiere más peso en nuestra economía. Y no me refiero solamente a los empresarios de la hostelería, sino también a los que trabajan en el ámbito de la gastronomía y, sobre todo, a esos jóvenes emprendedores al frente de empresas de ocio al aire libre. Concretamente, nos va a permitir trabajar con ellos en varias vertientes, como la formación y, sobre todo, la sensibilización, lo que viene a colación de todo lo que estamos comentando. Nos interesa que el tejido empresarial crea y proyecte un modelo turístico que apuesta por un turista consciente, que en la mayoría de los casos también tiene un alto nivel de poder adquisitivo.
Ahora hay recursos para hacer todo eso. Es nuestro momento. Tenemos un lugar único, contamos con profesionales del sector y ha llegado la hora de ponerse a trabajar con ellos para dar a conocer Saja Nansa en toda su plenitud.
Además de como destino turístico, ¿qué otras áreas hay que trabajar para que la comarca sea un territorio sostenible?
Trabajar en la sostenibilidad, más allá del ámbito turístico, es fundamental. En ese sentido, tenemos grandes retos. Uno de los más importantes es la movilidad sostenible. En muchos territorios estamos en una situación muy precaria respecto a este tema. Es muy difícil que la gente que pueda vivir en un territorio si no tiene garantizada la movilidad. Estamos en una sociedad donde en muchos municipios la población está envejecida y no tiene medios para poder desplazarse o incluso la gente joven que condiciona sus estudios al transporte disponible. Eso lo hemos venido analizando desde el Grupo de Acción Local, lo hemos visto con las AMPAS, con los responsables de institutos, con el Gobierno Regional y recientemente con los taxistas rurales. Desde mi punto de vista hay un caso de éxito en Galicia muy interesante para resolver esta problemática. Es un proyecto que consigue establecer un sistema de movilidad sostenible de una comarca entera, tanto de tipo ordinario como de tipo escolar.
No puede ser que hoy tengamos unas líneas que unan todo el territorio para el transporte escolar y haya leyes pensadas en las ciudades que impidan que en esos transportes puedan ir adultos junto a esos niños. Como decía, Galicia ha sido pionero, unificando la movilidad de todos sus colectivos, mientras que en Cantabria funciona como algo estanco: está el transporte local, el regional y luego el escolar. La movilidad en el territorio es fundamental y es preciso revisar cómo incide esa unión de las rutas de las comarcas que bajan hacia las autovías, así como la comunicación vía tren de cercanías, que es fundamental.
En nuestro caso, ese tren del que disponemos en el mismo centro de nuestra comarca y que nos une con la capital podría ser esencial si funcionase adecuadamente, pero su uso es minoritario por las averías y la cantidad de tiempo que tarda en llegar a Santander, cuando ese trayecto se podría hacer en 20-25 minutos. Por todo ello, en el próximo Plan Estratégico hay que dedicarle una atención especial al tema de la movilidad, puesto que es una de las mayores carencias que sufren nuestros ciudadanos.
Por otro lado, también tenemos que animar en ese Plan Estratégico otro tipo de soluciones como los polígonos industriales, actualmente muy vertebrados a través de las autovías, pero sin dar pie a pequeños polígonos en municipios, como ha hecho Extremadura. Estos pequeños núcleos industriales, acoplados a cada municipio, permiten que los empresarios no tengan que desplazarse a cabeceras de comarca y abandonar sus municipios. Esa sería una opción a valorar, pero creo que tenemos que analizar todos los sectores y darles soluciones que respondan a la sostenibilidad y la lógica. Somos una comarca en la que no podemos poner puertas al campo. Un vecino que vive en un sitio, puede trabajar en otro lugar, sus hijos estudiar en un tercero y todos ellos practicar ocio en otro municipio. Eso puede formar parte de la normalidad de los entornos rurales si hablamos de distancias razonables y con medios de movilidad adecuados para cubrirlas. Al final, lo importante es ser capaces de dar todos esos servicios básicos dentro de la comarca. Por eso la movilidad es una cuestión primordial a resolver o, al menos, algo que habría que poner encima de la mesa ante el Gobierno Regional. Tenemos que ser capaces de consensuar con las entidades públicas y la sociedad civil las posibles soluciones a estudiar, teniendo una hoja de ruta clara y, lo que yo llamo, una Agenda Rural Saja Nansa de hitos concretos para poder acometerlo.
Los ODS, los planes de sostenibilidad turística, el auge del ecoturismo…parece inevitable que agentes públicos y privados sean cada vez más conscientes de la importancia de comprometerse con su entorno natural y social. ¿Qué grandes cambios en esta línea valdría la pena resaltar de entre aquellos que se hayan producido en Saja Nansa en los últimos años? ¿qué grandes hitos están por venir? ¿qué es imprescindible cambiar o mejorar entre residentes y visitantes?
Aquí me gusta ser categórico. No se va a poder implementar los ODS si no se tiene en cuenta al mundo rural. Todos los retos que tenemos como sociedad pasan por el mundo rural. Y Saja Nansa no es diferente al resto.
En general, el 80% de la población vive en un 20% del territorio, que son las grandes ciudades. Mientras, la gente del mundo rural está generando los recursos para ese 80% y se encarga de preservar todo lo que necesitamos para vivir. Por eso la calidad de vida en nuestro planeta pasa por el mundo rural.
Por otro lado, y aunque Saja Nansa no está en esa polémica, se hace más evidente y necesario que nunca tener una autonomía energética sostenible. España está haciendo una apuesta importantísima por dicha autonomía y, en buena medida, pasa por nuestro mundo rural. Hay unas acciones del Gobierno donde, lógicamente, el mundo rural tiene que acoger paneles solares, huertos solares, centrales hidroeléctricas. Saja Nansa no se ve afectada por estas medidas porque la mayoría de su suelo está en espacio protegido, pero esa es una realidad que no ignoramos. Los grandes retos de la sociedad civil están en ese tipo de debates, para definir qué mundo rural queremos y si queremos cumplir con esos ODS. Yo siempre hablo del objetivo 17, el de crear alianzas para conseguir objetivos. Desde mi punto de vista es el que define lo que son los Grupos Leader, pero ya desde hace 30 años. Los Grupos de Acción Local existen para que la sociedad civil se siente en una mesa, no sólo a dar opiniones, sino a tomar decisiones dotadas con recursos económicos. A esa alianza, ese partenariado público privado hay que darle más protagonismo en toda Europa, España y Saja Nansa. Hay que darle más voz a la gente del territorio para poder conseguir esos grandes objetivos. Desde la Red Española de Desarrollo Rural y desde Saja Nansa hemos tenido claros estos pilares de actuación. Los ODS forman parte de nuestra estrategia, igual que la de apoyar a los jóvenes.
Por último, estamos a punto de empezar un nuevo Programa Leader, cuya gestión es una de las tareas principales de la Asociación, ¿es posible que venga también marcado por parámetros concretos en relación al cuidado del medio ambiente?
Efectivamente, viene un nuevo periodo de programación Leader, en el cual nos volveremos a reunir para hacer un Plan Estratégico y el peso de las actuaciones sostenibles será enorme.
Ahora mismo, como suelen decir en Europa, la política agraria común es cada vez más verde, más sostenible, cuida mucho más el entorno, está bajando mucho más en el territorio para los usos compatibles con la biodiversidad, tanto por parte de explotaciones ganaderas, como agrícolas o industriales. Cada vez se da más importancia a la utilización del agua, al control de nuestros vertidos, a la preservación de nuestros acuíferos, a la conservación de esa biodiversidad, que es tan importante para nuestra supervivencia como especie.
Llevamos más de 30 años trabajando con fondos europeos en los cuales todos los parámetros cada vez tienen un mayor enfoque de apoyo de mujer, a los jóvenes y a la sostenibilidad. Curiosamente, a lo largo de los años hemos visto como, cada vez más, nuestros planes estratégicos recogían esa sensibilidad a través de nuestros miembros e incluso, más que verlo como un problema a solventar, lo veían como una oportunidad. Los habitantes de la comarca percibían esa oportunidad vinculada a la sostenibilidad, si bien no en clave medioambiental, sí en términos culturales. Ello se debe a que su entorno natural forma parte de su historia y alberga un legado que les habían transmitido sus abuelos, desde varias generaciones atrás. Y ahí la obligación de preservar era casi por instinto. Además, como he dicho antes, ahora hemos sido capaces de que la naturaleza se convierta en un motor económico. El reto es ser capaces de seguir desarrollando ese motor económico y hacerlo de una manera más sostenible. Ese Plan de Sostenibilidad Turística es el que nos lo va a permitir.
Asimismo, se nos presenta una baza importante en el próximo periodo de programación Leader con el tema de la gastronomía y de los productos de proximidad. Nos hemos dado cuenta de que la globalización nos ha traído mucho progreso, pero también ha traído mucha más dependencia de otros países y nos ha hecho más débiles en muchos sentidos. Hemos dejado de producir ciertos productos, mientras otros países venden de todo. Sin embargo, se abre una oportunidad para los productos locales de Saja Nansa. Poder fomentar el consumo de lo inmediato con materia prima de la comarca, tanto entre nuestros residentes como entre nuestros visitantes.
Saja Nansa está llamada, como sociedad rural, a poner en valor lo que significa vivir en un pueblo y gracias a ese tipo de cosas se está cambiando el relato. Hoy en día, especialmente después de la pandemia, apreciamos más lo rural, los productos de calidad, el aire puro, la calidad de vida. Y además, todas las carencias de servicios vinculadas a la falta de rentabilidad por la escasa densidad demográfica irán cambiando gracias al éxodo hacia el mundo rural, haciendo que cada vez haya más gente que necesite esos servicios. Las grandes capitales, por primera vez en mucho tiempo, están perdiendo población. Según un estudio que hemos hecho, en muchos municipios de Saja Nansa está parando la sangría de la despoblación, si bien en otros sigue creciendo.
En definitiva, estoy convencido de que los próximos años serán decisivos para nuestra comarca y el Grupo de Acción Local va a tener un papel protagonista sí o sí. Si hacemos un Plan Estratégico donde escuchemos a esa sociedad civil que representa al mundo rural entraremos en una década interesantísima para Saja Nansa.